Arequipa es la primera ciudad colonial que uno puede imaginarse pensando a latinoamerica de mi viaje. La llaman la ciudad blanca por sus palacios en el centro caracterizados por ese color real y que por la noche se vuelven mágicos en el momento que las luces dan vida a juegos de sombras y alumbres en las columnas y cornisas.
La primera tarde y noche la paso con Norry y unos amigos ingleses que viven aquí. De hecho mientras cenamos uno de ellos se nos agrega a nuestra mesa y nos paga la cuenta y luego hasta nos invita a un boliche ya que es su cumpleaños. Volvemos tarde, pero con las ganas de conocer la ciudad me levanto a buena hora y voy a dar una vuelta por el centro hacia el Mercado San Marcos donde puedo probar en un carrito frente la entrada unas papas rellenas increíblemente ricas cuanto baratas. Compro dos y son tan grandes que ya me lleno en seguida satisfecho.
Paseando por otros barrios voy hacia el monasterio de las monjas de Santa Catalina. Entro y visito este lugar muy grande, pintoresco de colores azules y rojo tierra con callejones estrechos que terminan en plazoletas con pozos de agua. Es como un mini pueblo y desde las azoteas se pueden apreciar los dos grande volcanes nevados que se lazan al cielo.
Después de varias vueltas voy a recoger mi mochila y caminando cruzo toda la ciudad para mudarme al lugar de Evelyne ya que Norry se está mudando de departamento.
Comparto la tarde noche con ella contando de mis aventuras hasta ese momento y parte de los cuentos siguen mientras con otra amiga los tres vamos a comer algo típico arequipeño por la cena y a tomar un trago. El día siguiente de nuevo lo paso disfrutando del centro y su rinconcitos y cierro un trato para un tour así que a la madrugada tengo que estar a las 3 en la plaza central de donde nos recogen con el minibús. Nos vamos dos días al cañón del Colca, el segundo cañón más profundo al mundo. En su parte más salvaje dicen tener 4000m de profundidad.
El camino es largo casi 6 horas. La primera parada es al mirador de los cóndores y afortunadamente este día hay unos 13/14 volando frente a nosotros. Dimensiones impresionantes, parecen aviones silenciosos.
La siguiente parada es a las casitas de los guías de montaña que nos dividen en grupos de no más de 8 personas para bajar al fondo valle y alcanzar la posada donde pasaremos la noche.
El sol ya está caliente a diferencia de la mañana que era bien fría y en un clima casi seco desértico bajamos en un sendero que cruza rocas, pasto muy bajo y cactus. Al bajar la temperatura sube hasta que llegamos al puente del río cruzando a la otra orilla. Seguramente habrá unos 30 y pico grados: un micro-clima evidenciado por árboles de aguacate y mango.
Seguimos media hora más y paramos en una casa muy acogedora que hospeda a los tour para tomar su almuerzo rodeada por un pasto cuidado bien verde, muchas flores, árboles dando una rica sombra, el ruido del fluir del agua y una temperatura deliciosa.
El guía nos pregunta si queremos quedarnos más a descansar o seguir ya ahora para descansar luego a la posada final donde hay una piscinita y antes que lleguen los demás grupos. Obviamente todos elegimos para ir en seguida y así hicimos. Unas 2 horas y media de caminada subiendo y bajando hasta cruzar otro puente. Flores amarillos y mariposas nos decoran nuestro esfuerzo bajo el sol. El guía en las subidas acelera y llegando a las lomas ve que le sigo atrás el paso y con estupor me revela que tengo buena forma física. Dicho por un guía indígena quechua que toda su vida ha caminado cerros lo tomo como halago
Cruzando otro puente en la parte más angosta del cañón con el río encanalado entres rocas llegamos a la posada. Es un lugar precioso hecho de madera con pasto árboles de palmeras y una piscina que nos recibe hasta que el sol no se esconde atrás de las cumbres.
De hecho el sol se va bastante temprano pero por lo menos conseguimos disfrutar de nuestro momento relajante al agua. Los demás grupos cuando llegan ya la encuentran a la sombra.
Cada cabaña tiene tres o dos cupos y a mi me toca un francés y un gringo de colorado que estaban en mi grupo de trekking.
La cena es todos en grupo en las mesas del bar en la terraza y en la espera de que la comida esté lista compramos unas chelas y entrelazado amistad con una pareja argentina de Rosario, José y Viky, súper buena onda que me dicen que si paso pro su ciudad me van a hospedar visto que saben que mi recorrido va a pasar por esos rumbos.
Al final aunque las pláticas son placenteras nos toca ir temprano a dormir porque a la mañana a las 5 tenemos que arrancar y subir la montaña para salir del cañón y volver al altiplano. Platicando con el guía que la hace muchísimas veces me dice que su récord es de 1h 8’. Pues la subida es bien empinada y se pierde por el costado en un zigzag intenso de piedras grandes o tierra. De hecho hay burros para quien no tenga un mínimo de entrenamiento de trekking.
Así que a las 5 con las linternas arrancamos el paso. Todos los grupos salimos juntos pero como que quiero ir a mi ritmo le digo al guía que me adelanto y espero arriba. Me cuesta pasar los otros grupos ya que el sendero es muy estrecho y solo puedo cuando ellos se paran a descansar.
Pero por suerte bastante rápidamente los dejos atrás y sigo en solitaria. Me sigue un perro que parece ser de algún guía.
El esfuerzo es intenso al ritmo que tengo pero me gusta mantenerlo constante. Obviamente comienzo a sudar y sentir un calor horrible aunque esté fresco el clima. Poco a poco la luz del día va aumentando y llega el momento que puedo apagar la linterna. El cielo se tiñe de amarillo rosa calor y mientras ya estoy por llegar arriba la línea del sol corta la parte más alta del costado opuesto. El silencio y el paisaje adjuntado a esta hora de la mañana crean una sensación de plenitud al verlo todo en persona.
Así alcanzó la cima junto al perro y mi camiseta empapada. Aunque hace frío me quito todo y me cambio para estar seco y no tomarme un resfrío. Tengo un chocolate que guardé y sentado en una roca observo en paz solitaria esta pintura real.
Miro al reloj y veo que son las 6:13 es decir tardé 5 minuto más del récord del guía indígena sin contar que tuve muchos grupos que pasar al comienzo y el hecho que no conocía el camino
Más al rato llega una mujer local que averigua los boletos de entrada a la reserva natural que se paga el día anterior al principio de la caminada. También vende artesanía y comida así que aprovecho para tomar un plátano y un té caliente. Solo después de 30 minutos comienza a llegar el segundo y poco a poco el resto de la compañía. El último llega a las 8 pasadas y por fin con mucha gana podemos arrancar yendo al pueblo cercano a tomar desayuno.
Después de la recarga de energías y las piernas que comienzas a tener las consecuencias del trekking intenso el tour está perfectamente programado para que tengamos una visita en unas termas hacia la salida del cañón a lado del Río, es decir agua caliente en una pizzas a lado del caudal helado del agua
de montaña para que uno pueda turnar entre frío y caliente.
La verdad es que es muy regeneradora y relajante hasta que ya no siento molestia a las piernas. Somos pocos que nos atrevemos a bañarnos en el río, pero como acabo de decir valió la pena.
Después de otra etapa a un pueblito para almorzar seguimos hacia Arequipa dando una vuelta más ancha pasando por un altiplano hermoso donde la carretera pasa sin que te des cuentas a casi 5000m de altura entre pastos verdes llenos de laguitos donde alpacas y llamas pasean despreocupados.
El azul es intenso y contrasta con el verde de las colinas o con las rocas y piedras de otras zonas cercas a los volcanes. La verdad es que desde que llegué al norte de Chile la naturaleza se me hace mega imponente casi aplasta y ridiculiza tu mundo humano y sus problemas.
Llegamos por las 5 y media a la ciudad bastante cansado. Aún pero tengo energía para compartir con los demás del grupo y con Eve después de haberme duchado y puesto lista la mochila. De hecho como si no fuera suficiente lo del día transcurrido decido tomar un bus nocturno para llegar en la mañana a Nazca.
Si así son mis primeros días en Perú tan intensos, quien sabe como serán los demás. Sin duda llenos de otras sorpresas y aventuras si seguirán el cuento.
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